Investigadores de la Universidad de O’Higgins han lanzado un innovador proyecto que busca optimizar la producción de cerezos mediante el uso de inteligencia artificial. Este proyecto se centra en la implementación de sensores LoRaWAN y técnicas de visión computacional para reducir los riesgos asociados a las condiciones climáticas y mejorar el manejo de los cultivos en la región, que es la principal exportadora de cerezas a China.
La iniciativa tiene como objetivo principal monitorear en tiempo real variables críticas para el desarrollo de los cerezos, como la humedad del suelo, la temperatura y la radiación solar. Para ello, se utilizarán sensores de bajo consumo energético que transmitirán datos a través de la red LoRaWAN, permitiendo una cobertura amplia y eficiente en los huertos. Estos datos serán procesados mediante algoritmos de inteligencia artificial para generar recomendaciones precisas sobre riego, fertilización y otras prácticas agrícolas.
Además, el proyecto incorpora el uso de visión computacional para evaluar el estado de madurez y la calidad de las cerezas. Mediante cámaras especializadas y técnicas de procesamiento de imágenes, se podrán identificar patrones y características que indiquen el momento óptimo de cosecha, así como detectar posibles enfermedades o plagas en etapas tempranas. Esto permitirá a los productores tomar decisiones más informadas y oportunas, mejorando la eficiencia y rentabilidad de sus cultivos.
Este enfoque tecnológico no solo busca aumentar la productividad y calidad de las cerezas, sino también contribuir a una agricultura más sostenible. Al optimizar el uso de recursos como el agua y los fertilizantes, se minimiza el impacto ambiental y se promueve una gestión más responsable de los cultivos. La Universidad de O’Higgins reafirma así su compromiso con la innovación y el desarrollo agrícola en la región, posicionándola a la vanguardia de la aplicación de tecnologías avanzadas en la fruticultura.
Fuente: UOH
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